Desesperados y en medio del barro: así se desplazan habitantes de Cantillera Chiquito
Se trata de uno de los corregimientos del municipio de Galapa en el que habitan más de 100 familias.
Los habitantes del corregimiento Cantillera Chiquito, en Galapa, atraviesan todos los días un espinoso camino para llegar a sus hogares y acumulando un centenar de problemas que no los hacen tener una “vida digna”.
Cantillera Chiquito es una zona rural que constantemente realiza campañas para el mejoramiento del medioambiente, tales como la extinción de tala de árboles y el cuidado de la fauna y flora.
Las personas se dedican a labores campesinas como la siembra de cultivos de frutas, vegetales, entre otros.
Una de las principales dificultades con la que conviven los habitantes de este pueblo es que tienen solo una vía que los comunica con el corregimiento que va desde la Cordialidad hasta Tubará.
“La vía ya se encuentra incomunicada, algunos vecinos no pueden salir por la vía de la Cordialidad, porque hay un sitio donde está difícil el acceso, da miedo pasar caminando por ahí”, contó Jorge Severiche, líder comunal del corregimiento.
En la vereda viven alrededor de 100 familias, donde los niños para desplazarse a sus escuelas deben colocarse botas pantaneras y embarrarse de lodo para llegar al salón de clases y decir “presente”.
“Lamentablemente tienen que bajarse de las motos para poder transitar, algunos niños se han caído, pero gracias a Dios no ha pasado un suceso lamentable como una fractura”, señaló el líder comunal.
“Es una vía que por el descuido de los entes municipales se han deteriorado cada vez más. Con el alcalde de Galapa me he reunido dos veces, nos puso a hablar con los secretarios de planeación e infraestructura para requerir las ayudas y hemos creado diligencias ante la Gobernación, pero todo ha quedado en puras promesas”, completó.
No obstante, el Alcalde de Galapa, Jorge Vargas Muñoz, aseguró que "se tienen proyectos radiados y en gestión a nivel nacional para mejorar las condiciones del sector".
Mientras lo anterior se materializa, la preocupación de los habitantes aumenta mucho más por las fuertes lluvias que azotan por estos meses la región Caribe y temen quedar incomunicados por completo, dado que por el sector pasa un arroyo.
“Si llueve nuevamente no vamos a poder ingresar. Hay carros que se resbalan y se han intentado caer en un arroyo que hay por el lugar. Este es un sector donde pasan muchos ciclistas, quienes dejaron de ingresar por allí porque no se puede”, anotó.
En el olvido
La comunidad manifiesta sentirse “olvidada” al pedir a las autoridades recursos básicos para hacer más amena su vida.
Lo anterior, respecta a la instalación de servicios públicos como el gas, el agua, alcantarillado y la energía eléctrica, que al no contar con estos se hace aún más complicada su odisea.
“Nos cuenta 400 mil pesos un carrotanque de agua que dura 20 días y debemos comprar la pimpina de gas. Los camiones de agua no pueden entrar, estamos en una situación cada vez más complicada para estar allí”, relató Severiche.
No obstante, los habitantes manifiestan que aunque pasa una línea de electricidad por el sector, ellos quieren normalizar su servicio y que les pongan contadores.
“Es una línea privada que se tomó de la Cordialidad y eran para determinadas fincas y como fue creciendo la población y notaron la necesidad del servicio, por lo que se han ido pegando de ahí, pero hay mucha sobre carga”, explicó.
“Hemos hablado con Electricaribe en su momento y ahora con Air-e, y estos últimos dijeron que apenas terminaran de colocar unos transformadores en Paluato continuábamos nosotros, pero en ningún momento nos han prestado la atención. Queremos pagar el servicio porque no queremos nada gratis, sino que nos traten con dignidad”, puntualizó.
De esta manera, los residentes solicitan a las autoridades locales que hagan presencia y brinden una pronta solución para que este problema se arregle definitivamente y puedan tener una mejor calidad de vida.